Obsolescencia programada




 ¿Qué es La Obsolescencia Programada?

 Obsolescencia programada es cuando un producto está diseñado deliberadamente para tener un tiempo de vida específico. Esto es por lo general una vida más corta del producto antes de que se desgaste por completo. También se puede llamar obsolescencia planificada. En definitiva es programar la muerte de un aparato o el ciclo de vida del producto.

Los productos dejan de funcionar al cabo de un tiempo, no porque estén estropeados, sino por que han sido diseñados para fallar al cabo de ese periodo.

 El producto debe estar diseñado para convencer al cliente de que el producto es un producto de calidad, a pesar de que el tiempo necesario para sustituirlo sea más corto que el tiempo real de vida del producto. De esta manera, cuando el producto falla, el cliente tendrá que comprar otro, normalmente la versión actualizada.

 Para que la obsolescencia programada funcione, el cliente debe sentir que ha tenido una buena relación calidad-precio. Además, debe tener la suficiente confianza en el fabricante o la empresa, para reemplazar la lavadora original con la máquina equivalente más moderna, y por supuesto del mismo fabricante.

 La renovación constante de los productos, ya sea por incluir innovaciones o motivada por la obsolescencia, tiene una gran repercusión en la sociedad.




 Ejemplos de Obsolescencia Programada


Las bombillas que utilizamos hoy en día suelen durar, como mucho, uno o dos años. ¿Por qué? Si un producto dura años, el negocio no sería rentable ya que la gente no seguiría comprando bombillas. Así que decidieron fabricar lámparas con un filamento que al cabo de cierto tiempo, se rompiera. Las bombillas fueron de los primeros productos en los que se uso la obsolescencia programada.

 Cuando los laboratorios DuPont comenzaron a comercializar medias de nylon, a finales de los años 20, eran prácticamente irrompibles. Su éxito entre las mujeres fue total, pero descendió la venta de este tipo de productos porque no necesitaban comprar otras nuevas. Pocos años después, se comenzaron a comercializar unas medias más frágiles y que se rompían con extremada facilidad, lo que multiplicó el número de ventas.

  Muchos sistemas operativos y programas informáticos (software) suelen incluir en sus actualizaciones mejoras y variaciones en sus formatos de archivo que son incompatibles con las versiones previas, lo que obliga a los usuarios a actualizar todos sus dispositivos. Además, en muchas ocasiones, las mejoras en los sistemas operativos no se pueden instalar en los aparatos más antiguos.

 Antes un frigorífico duraba treinta años, ahora seis. Además es muy complicada su reparación, los fabricantes se lo ponen muy difícil a los técnicos.

que es la obsolescencia programada

 ¿Porqué Existe la Obsolescencia Programada?


 Imagine que eres un fabricante de principios del siglo XIX, y que tus ingenieros han conseguido crear una bombilla que dura, por ejemplo, 150 años. Al principio, estarías feliz, porque tus bombillas se venderían como churros, lo que incrementaría tus ingresos. Pero, ¿qué ocurriría pasados, pongamos, dos o tres años desde su comercialización? La respuesta es sencilla: Que nadie las compraría y las ventas caerían en picado.

 ¿El motivo? Tu bombilla sería tan buena que nadie necesitaría comprar otra en más de un siglo. Es probable que, con el tiempo, tu idea, en un principio brillante, dejara de parecérselo. O quizás, incluso, que acabaras arrepintiéndote del logro conseguido, teniendo en cuenta que, a la larga, habría supuesto el fin de tu negocio. Pues eso es lo que les pasó a los fabricantes de bombillas.

Ventajas e Inconvenientes de la Obsolescencia Programada

 La mayor parte de las ventajas de la obsolescencia programada son de carácter económico, estimulando el consumo. Crea un aumento de la riqueza de las ventas, pero también el aumento de los requisitos de investigación y desarrollo de los productos. Esto genera muchos más puestos de trabajo y supuestamente la obsolescencia ayuda a que los usuarios tengamos mejores productos y más eficientes.

 Las desventajas son pérdidas de recursos naturales y un problema real en la gestión de la contaminación que crean los productos desechables. También los consumidores tienen que asumir un mayor gasto. Además se puede considerar un engaño al consumidor.

 Esto plantea el siguiente dilema ético: mientras que la obsolescencia planificada puede ayudar a acelerar la innovación, el crecimiento económico y mejorar el bienestar de los consumidores, es cierto que también puede generar costes sociales por dañar el medio ambiente.

 Anta la presión para que renovemos con frecuencia nuestros productos, debemos ser críticos y actuar con responsabilidad. Todos estamos implicados en el mantenimiento sostenible  de nuestras condiciones de vida.

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